{Louis y tu} Capitulo 10

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Os quiero mis niñas <3

Destrozada como nunca lo he estado y con el corazón en una mano y en la otra la pena de mi alma, me encuentro vagando por las calles como un sin techo.  El dolor ya no aguanta más en mi interior así que se desliza por mis mejillas convertido en lágrimas. No puedo seguir adelante con esto, lo he intentado y lo he jodido una y otra vez. Decido limpiarme las lágrimas aunque no tardarán en nacer nuevas.  Pienso y pienso y pienso, pero eso no es bueno en este momento, más no consigo quitarme la idea. Pienso en el destino. Nunca he sabido si creer en él pero si tuviera que elegir en creer algo, sin duda sería eso. El destino quiso que nos lleváramos mal pero Louis se la jugó y me pidió una cita. Cosa que no acabó bien, puede qué el destino se enfadara y quisiera  alejarnos, y vaya si lo hizo. Luego yo intento arreglarlo hablando con él y desaparece del mapa. ¿Y si el destino me está diciendo que pare? ¿Debería hacerle caso y empezar de nuevo? ¿Hacer ver que no ha pasado nada? No, no soy de las que se rinden. Además, ¿Y si no ha sido el destino? ¿Y sí solo ha sido el idiota de Harry que me ha mentido? ¡Está claro! Ha sido él. Quiere tener una cita conmigo y si quita a Louis de en medio cree que tendrá más posibilidades. Lo odio.

-¡Eh, ____! Qué casualidad, ¿eh bombón?- Hablando del rey de roma… -¡Oye, estoy hablándote!- Escucho que corre hacia mí y me coge del hombro. Me giro sonriendo con la risa más falsa que podría hacer.

-¿Qué Harry? Iba para casa, déjame en paz, por favor.

-Eh, eh… ¿Qué te pasa? No llores, ven aquí.- Dice mientras me acerca a él. Estoy demasiado derrotada para pelear.- ¿No has arreglado nada con ese? Es un capullo, yo soy mejor.

-¡Eres tú el capullo! ¿Cómo te atreves a ser tan sumamente falso? Ahora abrazándome pero hace un rato has hecho que me derrumbe.

-¿Cómo? No te entiendo, bombón.- Dice disimulando como si no supiera nada.

- No me llames así, que asco. Y ya te estás olvidando de la cita. – Digo escupiéndole al lado de su zapato derecho. Me giro indignada y empiezo a caminar.

-Te juro que yo no he hecho nada, no soy tan capullo cómo crees.- Escucho que empieza a caminar así que corro más rápido y él acelera el paso poniéndose frente a mí. Corre el doble que yo.

- Te voy a acabar odiando como no me dejes pasar.

-Ódiame lo que quieras, pero me debes una explicación.- Dice cruzándose de brazos.

-¿Qué yo te debo una explicación?- Mofándome.

-Exacto, no sé qué te ha pasado pero me has empezado a gritar, y me has escupido. No es que no me hayan escupido nunca pero no sin razón.

-Me has dicho que Louis estaba en el parque y ahí no había nadie, eres un mentiroso. No te mereces a nadie, me das asco. – Me siento traicionada y sé que le estoy poniendo mi mayor cara de asco.

-¿Y no has pensado que tal vez se ha ido?- En ese momento me doy cuenta que he comentido un error. Me llevo las manos a la boca.

-Lo siento, lo siento mucho. Estoy muy estresada. Oh, dios mío, te he repetido mil veces que me das asco. Lo siento.- Me pongo a llorar, estoy muy sensible, aunque quién no lo estaría con  el día que llevo.

- Tranquila, me han dicho cosas peores. –Dice mientras me abraza- Pero, tranquila, sé que me amas desde la primera vez que me vistes.

-Eres idiota.- Digo aún en sus brazos.

-Lo que tú digas, bombón.- Voy a hablar pero me corta.- Y, no voy a parar de decirte bombón.

Odio a éste chico, pero me da fortaleza cuando me abraza. Y no es tan mala persona cuando esta callado. Me siento mucho mejor, aunque el vacío de Louis no cesa, esto lo hace más soportable.

-¿____? Te he estado buscando por todas partes, pero no pensé que te encontraría aquí, y así. – Suena una voz enfadada.

-¡Louis!- Me giro con la cara llena de lágrimas secas y una sonrisa en la cara.

-¿Qué te ha pasado? ¿Qué haces con este… este impresentable?- Tiene el entrecejo junto y sus facciones son duras.

-Oye, cuidado amigo. Por lo menos yo no dejo perder esta preciosidad.- Dice refiriéndose a mí.

-Louis, te he estado buscando por todas partes. Acabo de ir al parque y no estabas.- Digo ignorando a Harry.

-De ahí vengo, he pensado que tal vez estaría ahí y no te he encontrado. Así que he llamado a Zayn y me ha dicho que tal vez estabas en casa. –Tiene la respiración agitada, como si hubiera estado corriendo.

-He estado haciendo lo mismo durante los últimos días. – Le sonrío con gran alivio.

-Perdóname, soy un idiota. Entiendo que no quieras nada conmigo aún. ¿Somos amigos?- Me sonríe.

-Sí, claro que somos amigos.

-Bueno, yo debería irme…- Harry parece estar incómodo. Y yo que pensaba que eso era imposible…

-Sí, deberías. - Dice Lou, no le cae muy bien Harry.

-Bueno, adiós bombón, nos vemos en geometría mañana.- Me guiña un ojo y se va. Ni siquiera sabía que lo tenía en geometría.

-¿Bombón?- Dice Louis enarcando una ceja. -¿De dónde ha salido ese tío?

-Louis, no quiero hablar de él. Por fin podemos hablar y no va a ser de “ese tío”. – Empiezo a caminar y como veo que no me sigue me giro.- Vamos.- Empieza a caminar y cuando se pone a mi lado camino junto a él.

- Y bien, ¿Qué se supone que tenemos que hacer?- Se mete las manos en los bolsillos.

-¿Nunca has tenido amigos?- Me rio.

-La verdad es que no. Las personas de mi alrededor no son amigos, son conocidos con los que paso el rato.- Se encoge de hombros y me mira, yo me muerdo el labio. -¿Sabes que me encanta que las chicas se muerdan el labio?

-En eso no consiste la amistad…- Digo mientras me pongo roja.

-También me gusta que se pongan rojas.- Se moja los labios.

-Louis, para. Así no se hablan los amigos.- Me alejo un poco inconscientemente.

-Creía que el primer paso de la amistad es siempre ser sincero.

-Bueno, sí. Pero… los amigos no sienten eso.- Que situación más incómoda. Esta amistad va a costar más de lo que me imaginaba.

-Pero tú ya sabes que no quiero ser tu amigo. Haré el esfuerzo por ti, pero no podré evitar pensar en tu pelo, tus ojos o tu boca.- Veo que llegamos a mi casa y solo pienso en correr para que no vea que se me han subido los colores más de lo habitual.

-Uy, ¡Ya hemos llegado! Adiós, gracias por acompañarme a casa.- Camino a paso rápido hacia la puerta y me despido con la mano.

Justo antes de entrar el se ríe y me dice: - ¡Adiós mi amiga colorada!

Cierro la puerta y me siento en el suelo, contra ella. No pensé que sería tan incómodo ser su amiga. Sólo rezo para que no este así todo el tiempo. Se me hace raro pensar en Louis como un amigo. Él solo puede ser o el idiota que se metía conmigo o el sexy chico que me gusta. Deberé esforzarme. Sé que puedo conseguirlo. De repente me vibra el móvil y lo saco. Hay un mensaje de un número que no conozco.

*Espero que nuestra cita sea pronto, bombón. Tengo unas ganas inmensas. Y sé que tu las tienes más, aunque te advierto no soy de los que besan en la primera cita.*

Se me hace imposible no averiguar que se trata del imbécil de Harry. Se cree que puede jugar conmigo. Ya veremos quién gana antes…


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