20 de mayo de 2013

{Louis y tú} Capítulo 7


No me linchéis ni nada parecido por tardar tanto, esque he tenido una semana a tope de exámenes y estaba agobiada. Y cuando la acabé se me rompió la pantalla del ordenador. Si lo sé, la suerte no esta de mi parte, pero bueno ya estoy aquí, y esta semana estoy más libre aunque aún me queda algún exámen. Ah, y  gracias por apoyarme siempre, se que os cansáis de que os lo diga,pero yo no lo hago, hacéis mi sueño realidad, no sabéis lo importantes que sois. Os quiero!


Había pasado una semana, y solo contaba con la ayuda de Zayn. Siempre supe que lo tendría a mi lado, pero nunca pensé que sería al único. He pasado una semana con más pensamientos en mi cabeza de lo normal. Hubo un momento que pensé que explotaría. He pensado en largarme de este sitio, total, ¿Quién querría qué me quedara? Zayn. Por eso no puedo irme, mejor dicho, por él no quiero irme. No es que no haya pensado en pedirle que venga conmigo y desaparecer del mundo, juntos. Mi mejor amigo y yo. Mi único apoyo, mi pilar, mi fundamento, mi única razón por la que quedarme aquí. Él tiene que cuidar de sus hermanas, sus padres trabajan mucho y apenas se les ve por casa.

Otro día más de rutina, no quiero ir. A Zayn no le tocan las mismas clases que a mí, y solo nos veremos para comer. Sé que cuando vea a Emma me mirará con mala cara como los últimos días. Y si miro a Louis… él ni siquiera me mirará. No puede olvidar lo que pasó en la comida, lo entiendo. Lo único que me ha subido un poco la moral ha sido hablar con Tom, hemos cogido mucha confianza a pesar de los kilómetros que nos separan. Le he estado contando todos mis problemas y él me ha aconsejado que le deje espacio y él solo recapacitará y volverá a hablarme, que así son los chicos.

Estoy dejando mis cosas en la taquilla, sólo faltan dos horas para terminar y podré ir a casa a continuar con mi soledad.
-Hola. – Me sobresalta una voz. Tardo en reaccionar.
-¿Emma? Yo, te juro que lo siento, te juro que he inten…
-No, lo siento yo. He sido una inmadura, estaba en un momento un poco tenso, pero ya pasó –Me sonríe tristemente.
-Mientes.
-¿Qué? –Dice confusa.
-Es normal que te enfadaras si el chico que te gusta hablara de tu mejor amiga, y no hace falta que me perdones.- Va a hablar pero la corto – No me importa que Zayn te haya dicho lo mal que estoy, perdóname cuando estés lista.
-Tal vez sí que fue Zayn quien me hizo recapacitar pero... –Resopla como si le costara decir lo siguiente o tuviera que meditarlo.- A veces hay cosas que no las entiendes, pero luego las piensas y dices: “ah, ya, claro, vale” y las entiendes, ¿sabes? – Me produce una carcajada.
- Creo que no te has explicado del todo bien- Me tapo la boca para que no note que me rio.
-¡No te rías! Ya sabes que nuca he sido muy buena con las palabras.- Me da un codazo y las dos reímos- ¿Amigas?
-Nunca dejamos de serlo – La acerco hacia mí y le doy un fuerte abrazo al cuál, ella me corresponde.
- Bueno, ¿Y qué tal con Louis? –Dice mientras nos separamos. Su pregunta se me atraganta, me quedo callada. – A lo que me refería con mi intento de disculpa era que estuve pensando y ahora entiendo que no debía enfadarme porque a Louis le gustes, es normal. Así que, debes contármelo todo. ¿A pasado algo entre vosotros?- 
-No, fuimos a comer y se enfadó, nada más. – ¿Por qué no le explico todo? -¿Y hay algo nuevo sobre ti?
-No me cambies de tema…- Me coge la mano y hace que nos sentemos en un banco del pasillo.- Explícamelo todo, no pienso enfadarme, quiero ayudarte. – Suspiro y le explico todo, el casi beso, el beso después de pelearme con ella, mis emociones… Lo mejor es que parece comprenderme.
-¿Y qué pasó para qué se enfadara?- Me mira como si no comprendiera que pudo haber pasado para distanciarnos ya que, según su opinión, parecía un cuento de hadas. Se me revolvió el estómago en cuanto lo dijo, a mí no me van ese tipo de cursiladas.
-Pues, le dije que no lo conocía casi y decidió hacer una comida para conocernos. – Emma sonríe ante la idea.- Le empecé a hacer preguntas, y le pregunté si decía en serio que me quería. Respondió que sí, y me preguntó que si yo sentía lo mismo, y…

*flashback*
*-¿Me quieres, de verdad?- Se atragantó con la bebida. No se lo esperaba.
-¿A qué viene eso?
-Contesta, ¿sí o no?- Estaba nerviosa, no tenía ni idea de que quería escuchar. Si me decía que no, me dolería, porque ha estado jugando conmigo y con mis sentimientos, por otra parte si decía que sí, no sé si yo le correspondo. “Querer” es una palabra que se queda grande a esta situación. Sé que me gusta, pero ¿querer? ¿Lo quiero? Pensé que estaba enamorada de él, pero, ¿y si solo era la emoción del momento?
-Sí, siempre pensé que quería a muchas chicas, pero ahora me doy cuenta de que se siente cuando quieres a alguien, y no se parece en nada a lo que yo daba por hecho que era querer. – Me miró convencido. Me tocó la mano que tenía encima de la mesa.- La pregunta es... ¿Tú me quieres a mí?
Un silencio muy incómodo se instaló entre nosotros. Él me miraba fijamente, yo no lo hacía pero podía notar sus ojos azules encima de los míos. Me quedé mirando el vaso de refresco, los cubitos de hielo ya eran casi escasos, pero flotaban con tranquilidad. Me daban envidia. Es raro sentir envidia de trozo de agua congelada, pero se les veía tan tranquilos… Me fascinaban, al agua le da igual cómo ser o como estar, es libre y cambia sin importarle, se adapta a lo que sea y sigue estando en perfecta harmonía con todo, y yo sentía que mi vida, por mucho que lo desease, no iba a ser así ni de lejos.
Levanté la mirada para ver si todavía me miraba, y si lo hacía. Pero algo había cambiado en su mirada, ya no era dulce ni protectora, estaba dañada. Me pareció ver un cristal de agua en la superficie de sus ojos, pero no cayó ni una sola gota por sus mejillas. Mi mirada se dirigió hacia su cuello. Sus músculos estaban tensos y su nuez subía y bajaba sigilosamente. Notaba como mi labio temblaba, no estaba segura de que responder. Entonces noté como se levantaba, me miró, y yo lo miré. Se sacó un billete y unas monedas de su bolsillo, y lo dejó encima de la mesa. Sus ojos seguían con esa textura mojada pero su mirada era diferente. Yo lo seguía mirando, parecía que fuese a decir algo, pero se arrepintió y se largó de allí dejándome sola con mis pensamientos. No podía pensar con claridad, me parecía que todos los presentes estaban al tanto de lo que había pasado, pero solo era mi imaginación. Empezó a oler a metal, estaba desconcertada pero en cuanto volví a bajar la mirada hacia la mesa, me di cuenta que era el dinero que Louis había dejado allí. Había el suficiente para pagar todo y dejar propina, así que me levanté y me fui, como hace unos minutos había hecho él. Ya se los devolveré.*
*fin del flashback*

-Oh, lo siento…- Me acaricia el omoplato con la palma de su mano, como si estuviera consolándome.- Y, ¿lleváis así todo este tiempo?
-Sí, el primer día intente hablarle, pero fue como si fuera un fantasma para él.
-¿Quieres que hable con él?- Parece animada, como si se le acabara de ocurrir una buena idea.
-Ni de coña.- Respondo borde, no lo he hecho aposta- Lo siento, es que está muy enfadado, y no puedo hacer nada hasta que no sepa lo que siento.
-No, nunca sabrás lo que sientes si no os habláis. Se sabe lo que sientes cuando estás con él, y todo es perfecto, o cuando te abraza y te sientes más protegida que en cualquier sitio. Si no hay contacto, si ni os miráis, eso se perderá. –Hacía tiempo que necesitaba, las palabras de Emma, a veces no se expresa del todo bien, pero con el tema del amor, hay que decir que es la mejor.
-Tienes razón, pero no hagas nada, por favor.- Me mira desilusionada – Ya lo haré yo, mañana.- Acaba de recobrar su antigua sonrisa.
-¡Esa es la _____ que yo conozco!- Me coge del brazo levantándome y abrazándome a la vez, mientras nos dirigimos a la próxima y última clase.



Dedicado a @paulaa415 por hacerme reír con sus ocurrencias para los capitulos. Está tu frase,¿lo ves? Lo he cumplido. Te quiero retra.


1 de mayo de 2013

{Louis y tu} Capitulo 6


Hola chicas, antes de todo quiero decir, gracias. En serio, tal vez no lo comprendáis pero siempre me ha gustado escribir y este año definitivamente me he decidido ha hacer una novela y no solo eso, sino también a publicarla. Aunque algunas me decis que escribo bien, yo tampoco lo creo así. Pero con que la leáis me basta. Al principio estaba insegura, y pensaba que a nadie le gustaría, pero he visto que no es asi. Y eso me motiva a seguir. Muchísimas gracias a cada una de las que lee esto, porque me hacéis sonreír y por eso os quiero.
(Espero no haber sonado muy moña, pero tenia que decirlo)


Como no, miles y miles de pensamientos invaden mi cabeza. No puedo parar de pensar en Louis, en nuestro beso. El cual si me dieran a elegir un único momento para revivir toda mi vida, elegiría sin pensarlo. Ese instante en que nuestros labios se fusionaron y solo estábamos nosotros. No había preocupaciones, ni pensamientos solo él, solo yo. Tal vez era muy pronto y tanto él como yo sabíamos que no estaba claro lo que sentíamos el uno del otro. Por otra parte, me duele que Emma se haya enfadado conmigo. Siempre hemos sido amigas y ahora por un chico nos enfadamos, bueno, se enfada. ¡Ahora que lo pienso! Como se entere de nuestro beso sí que no me perdonará nunca. Mi cabeza dice que no vuelva a dirigirle la palabra a Louis, que no es tan importante. Que Emma es mi amiga y si ella lo quiere, debe de ser suyo, no mío. Pero mi corazón sabe que es mentira. Sabe que Louis me gusta, así, de golpe. Y que si Emma no lo comprende, tal vez no es tan buena amiga como pensaba.

Me dirijo hacia el instituto, no con muchas ganas.  Zayn está enfermo, así que pasaré el día sola. Pasan las horas llevo todo el día con los cascos, yendo de clase en clase. Es la hora del almuerzo, me siento en una mesa con la bandeja casi vacía. Miro hacia donde me suelo sentar y veo a Emma, sola. Quiero ir, pero la conozco y sé que si voy no dudará en irse. Noto que alguien se sienta a mi lado derecho. Me quito los cascos y lo miro. No puedo evitar sonreír.

-Hola Louis. ¿Qué haces aquí?
-Estás muy sola, así que he venido a hacerte compañía.-Me sonríe. Aún no estoy acostumbrada a su sonrisa, siempre me ha mirado asqueado.
-No hace falta, vas a bajar en picado tu popularidad, ¿sabes?- Le miro esperando a que se vaya, pero nada.
-Mientras vea que la chica que me gusta está contenta, no me importa.- Ha dicho: ¿Qué me gusta? Nunca pensé que Louis era tan abierto a decir este tipo de cosas. Eso me demuestra que no lo conozco demasiado.
-¿Has dicho que te gusto?- Ladeo la cabeza.
-Puede…- Se acerca a mí para darme un beso, pero me aparto.
-Mierda, lo siento – No sé quién está más asombrado con mi reacción.- Es que Emma está enfadada conmigo y no quiero que nos vea así.
-No, tranquila. Lo entiendo. –No lo veo muy convencido.
-Louis, me gustas, pero siento que no te conozco. Y el amor es algo difícil, yo solo te veo como una persona que me atrae, –Él me mira y me sonríe.
-¿Así que es eso, eh? No me conoces.- Asiento extrañada – Pues no hagas planes para la comida. Nos vemos en la salida para hacer una “Comida-entrevista” –Yo me río con su ocurrencia, pero acepto. Me da un beso en la mejilla y se va, pero antes me dice: “-Que te atraiga solo es un paso más.” Me quedo sentada, dándole vueltas. Pero no consigo extraer ninguna conclusión importante.

Las horas pasan aún más lentamente, esperando el momento en el que volveré a ver a Louis. Y tener nuestra primera “Comida-entrevista” como él la ha llamado antes. Aunque yo preferiría llamarlo cita, pero no sé si realmente lo es. Suena el timbre y me dirijo a la salida, él está allí, esperándome.

-Hola preciosa, ¿preparada?- Se aparta de la pared en la que hace unos segundos se apoyaba y me ofrece su mano.
-Hola Louis – Le sonrío y le cojo la mano. Tampoco se la iba a rechazar, ¿no?

Me sorprende el cambio que ha dado Louis y no puedo evitar preguntarme por qué. En una semana no se puede cambiar tan radicalmente. Pasa de la faceta de tipo odioso y abusón que se reía de mí, a un sol al que no le importa mostrar el afecto que siente por mí. ¿Realmente puedo confiar en que no me está utilizando? ¿Y si solo quiere reírse de mí con sus amigos? ¿Por qué temo a los cambios? ¿Por qué no puedo confiar plenamente en él? ¿Qué sé exactamente de él? Ah sí, nada.

-¿En qué piensas?- Me ha despertado de mis continuas preguntas. Me doy cuenta de que llevamos un rato caminando y no hemos parado aún.
-¿Dónde vamos?- Eludo la respuesta de la mejor manera que sé.
-Tan solo a comer, no te esperes nada lujoso o romántico. Me has pillado de improvisto –Me mira –Ya sabes…
-No, tranquilo. No esperaba nada fuera de lo normal. Hasta diría que prefiero comida rápida ahora mismo.
-Pues tus deseos son ordenes, vamos a comer como si no hubiera mañana.-  Me rio, no por el comentario, sino por la pose de superhéroe que ha hecho para acompañar la frase.
Caminamos hasta el primer restaurante de comida rápida, no es conocido. Yo me pido una hamburguesa que presiento que no me la voy a acabar. Es enorme y pienso que me he pasado, tal vez, al elegir la mediana en vez de la pequeña. Louis se coge la grande, me parece una brutalidad, lleva de todo. Más que una hamburguesa parece media vaca y un huerto entero disimulado entre dos trozos de pan. Desconozco como va a terminar con eso y rezo para poder acabar yo con la mía.
-¿Y bien?- Pregunta cogiendo la hamburguesa con las dos manos.
-¿Y bien, qué?- Me ha desconcertado, no entiendo a qué se refiere.
-¿Te recuerdo que esto es una “Comida-entrevista”?- Finalmente le pega un mordisco a su hamburguesa.
- Ah, sí. –Remuevo la Coca-Cola con la pajita - ¿Qué debo preguntar?
-Lo que quieras, pero no te pases- Otro mordisco. Cuando acaba, vuelve a hablar –Y yo también puedo preguntarte cosas.
-Vale, mmm… Veamos –Medito durante unos instantes – Nombre completo, edad, curso y cumpleaños.
-¿Enserio?-Asiento- Louis William Tomlinson. Ahora mismo 17. Hago el mismo curso que tú y mi cumpleaños es el 24 de diciembre.
-¿Te llevas bien con tu familia? ¿Desde cuando eras un abusón? ¿Por qué has cambiado?
-Sí, perfectamente. Desde que tengo memoria. Porqué vi que esto no me llevaba a ninguna parte.
-¿Tipo de música? ¿Aficiones? ¿Has…ya sabes consumido…drogas alguna vez? –Esto último me cuesta decirlo, no sé si quiero saber la repuesta. Él se ríe. Eso es buena señal, creo.
-El rock me gusta, tal vez lo que más. Toco el piano, juego a futbol, me gusta ir a la playa a nadar, también leo. Y en cuanto a eso último, puedes estar tranquila.
-¿Me quieres, de verdad?- Se atraganta con la bebida. No se lo esperaba.
-¿A qué viene eso?
-Contesta, ¿sí o no?- Estoy nerviosa, no tengo ni idea de que quiero escuchar. Si me dice que no, me dolería, porque ha estado jugando conmigo y con mis sentimientos, por otra parte si dice que sí, no sé si yo le correspondo. “Querer” es una palabra que se queda grande a esta situación. Sé que me gusta, pero ¿querer? ¿Lo quiero? Pensé que estaba enamorada de él, pero, ¿y si solo era la emoción del momento? Porqué no he vuelto a sentir eso.
-Sí, siempre pensé que quería a muchas chicas, pero ahora me doy cuenta de que se siente cuando quieres a alguien, y no se parece en nada a lo que yo daba por hecho que era querer. – Me mira convencido. Me toca la mano que tengo encima de la mesa.- La pregunta es... ¿Tú me quieres a mí?